viernes, 22 de junio de 2012

53º Relato: Demasiada Leche

Durante mi embarazo siempre pensé en que iba dar de mamar a mi bebe, sin embargo no era un tema que me preocupara mucho, en el curso de preparación nos habían dicho que mientras colocaras a bebe en una posición adecuada no tiene porque doler, y pensé va ser fácil, y no fue así para nada!!! Desde la primera hora de nacimiento la coloque en mi pecho, y lo agarro perfectamente, según la enfermera tenía suficiente calostro y durante la primera noche en el hospital, paso comiendo a cada rato, ya el primer día yo sentía un ardor en mi pezón que pensé que era normal, al tiempo me di cuenta que no era normal , la lactancia no tiene porque doler ,y ahí empezó mi calvario; mis pezones estaban agrietados, el dolor era insoportable y mi bebe comía cada 3 horas como un relojito puntual y yo no quería ni que se despertara , solo pensar que se acercaba la hora de comer, se me salían las lagrima, el dolor era insoportable y por más que intentaba cambiar de posición el dolor no desaparecía, cada vez que la ponía al pecho, yo lloraba desesperada del dolor. Amigas y vecinas me decía que ese dolor duraba solo 2 o 3 semanas pero mis pezones no mejoraban, y además me sucedía que mi bebe pegada al pecho y de pronto se tiraba para atrás y se ponía muy brava, y más me lastimaba, yo intentaba ponerla de nuevo al pecho pero ella está muy enojada... yo no entendía por qué, si sería que no le gustaba mi leche o algo le dolía? Al mes de nacida mi bebe como mis pezones no mejoraban, me recomendaron ir donde una asesora de lactancia, me enseno varias técnicas y descubrió que yo tenía reflejo de la salida de leche hiperactivo, por eso mi bebe se tiraba para atrás, no le gustaba que la leche le saliera con tanta presión y en cantidades tan grandes. Además el frio del clima hacia que me dolieran mas y me daban fiebres, posiblemente tenía una candiasis y por eso no sanaba. Lo seguimos intentando con las nuevas técnicas, la que mejor me funcionaba era la de yo acostaba boca arriba con mi bebe encima, así por la gravedad la leche no saldría disparada, pero no mejorábamos. Empecé a pensar si suspender la lactancia, y hablaba con mi esposo si mejor le dábamos formula, así no me lastimaba y así ella no tenia porque enojarse y comería tranquila, pero me daba lástima porque yo producía mucha leche y quería que mi bebe aprovechara eso. En fin, así pase 2 meses enteros en que cada vez que daba pecho a mi bebe, me quería morir de dolor. Cuando el dolor en mi pezones empezó a mejorar, aun tenía el problema del reflejo hiperactivo de la leche, la bebe se enojaba mucho porque le salía mucha leche y entonces hacia huelgas de hambre, y por varias horas no quería comer más. Ella se separaba de la teta y me quedaba el chorro y mojaba de leche todo lo que estaba a mi alrededor: toda mi ropa, cama, sillones estaban llenos de leche. Yo me estaba cansando del dolor, de los berrinches de mi bebe y de los regueros de leche por todas partes, pero quería que mi bebe disfrutara de la lactancia con lo que seguía insistiendo. Me decían que ella se acostumbraría a tragar así, y que entre más grande iba a poder comer mejor, pero no, mi pobre bebe cada vez que quería comer eran unos nos berrinches porque no podía con tanta de leche. Ella no disfrutaba sus momentos con la teta. Entonces se me ocurrió usar el sacaleches, y sacarme la leche hasta de que viniera la bajada de leche y una vez que pasaba el chorro ya ponía mi bebe a la teta y comía tranquilamente, sin atragantamientos ni interrupciones. Así es que seguí haciendo eso… cada vez que mi bebe comía, debía antes sacarme la leche para evitarle molestias, esa leche que me sacaba se la regalaba a una bebe que la mama no le dio el pecho. Todos me decían porque se complica, dale el chupón, pero yo me acostumbre a este modo de vida. Hoy mi bebe tiene 8 meses y seguimos disfrutando de la lactancia, aun tengo que sacarme la leche antes para no molestarla con la presión de leche, orgullosamente puedo decir que nunca ha tomado formula. Hace un mes, regresé al trabajo y me saco leche para que le den durante el día, antes de irme para el trabajo come teta, y cuando regreso del trabajo también, y los fines de semana come a libre demanda. Es una bebe sana y feliz. Con lo que me ha costado llegar hasta aquí, espero seguir dándole por muchos meses más :D.

martes, 19 de junio de 2012

52º Relato: Esperanza

Y aquí estoy en la sala de neonatos con Albar, mi pequeño bebé. Sobre mi pecho, piel con piel noto su respiración rápida y delicada. Su carita relajada me da un poco de tranquilidad… En mi pensamiento se agolpan imágenes de lo sucedido semanas atrás y una lluvia de razones, explicaciones y justificaciones, las acompañan. Me pierdo. Nada me vale, nada me sirve. Todo me turba, todo me espanta. La impotencia, la rabia, la culpa, la frustración me invaden. Como abriéndose camino en la oscuridad, una sensación poderosa surge de mis entrañas: la Esperanza de que mi niño despierte y busque mi pezón. Esos segundos en los que con su limitada fuerza engancha instintivamente la teta y mama apenas 3 ó 4 veces, son un auténtico regalo del Cielo. Hasta que la hazaña se repite, con mi nuevo acompañante, el Sacaleches, hago una lactancia diferente: empeño, paciencia, perseverancia, esmero y bonitas visualizaciones para energetizar la leche y el cuerpecito de mi pequeño y todas sus funciones. ¡Qué distinto fue con Nicolás!: nació, cogió la teta y hasta hace algunos meses no la soltó. Bueno, para alguna interferencia que surgió, las Madres de la Leche con su saber, su experiencia, su falta de prejuicios, su dedicación y su delicadeza me dieron el apoyo y la confianza que necesité. Y ahora están ahí, desde antes de nacer Albar. ¿Cómo puedo agradecer tanto? Poco a poco vamos ganando peso y consiguiendo pequeñas metas: más leche por boca, menos por sonda, menos pitidos del monitor, paso de la incubadora a la cunita En este camino extenuante, cuando del personal sanitario me llega un comentario simpático a favor de la teta, en ese momento, esa persona, es mi mejor amiga. ¡Cuánto tiempo con el corazón roto!: de día por no estar con Nicolás, de noche por no tener a Albar. El resto de mi cuerpo va sanando sus heridas, mis mamas van adquiriendo turgencia. “Mi talismán es mi Esencia” Y entre el maremágnum de vivencias y sentimientos, el gran deseo familiar: llegar a casa, dormir los cuatro juntos… y Querernos. Nicolás ya ha prestado generosamente la leche de “sus tetas” a su hermanito chiquitín. Pronto, se las brindará íntegramente, o al menos una de ellas, o quizás las compartan. Paco, el “papá de los papases”: mi amparo, mi sustento, mi protección, mi amor. Gracias, gracias, gracias y más gracias.

martes, 5 de junio de 2012

51º Relato: Animo a la Lactancia Prolongada

Tengo dos hijas, la mayor que ahora tiene 13 años, tomó pecho sin ningún problema hasta los 2,5 años aproximadamente que lo quiso dejar ella voluntariamente. Lo de aproximadamente es porque lo dejaba algún día, luego ante cualquier dificultad se re-enganchaba... fue un destete progresivo. A mí me dio mucha penita dejarlo. Ella lo decidió. Mi hija pequeña, que tiene casi 8 años, sigue enganchándose al pecho. NO tengo leche desde los 4 años y algún mes, pero nunca lo ha dejado. Le encanta ese ratito suyo a solas conmigo. Que quiere "mititos" como decía de más pequeña, pues se agarraba a su teta, que tiene miedo por la noche, pues también, que no se puede dormir, pues es cuestión de segundos, se relaja de tal forma que cae como si le hubiera inyectado un valium, que yo volvía tarde del trabajo y ella se despertaba una hora antes de la máxima que yo podía dormir, un momento de teta y me dejaba dormir esa hora necesaria. ¿Comodidad? pues sí, en un viaje largo, esperando mucho rato a una cola para hacer gestiones... Es independiente a tope, pero su teta es sagrada. No tiene de momento intención de dejar su teta. Tuvo una larga temporada que sólo quería en la intimidad, pero ahora le gusta que la vean, está segura de que lo que hace no es malo, las dos estamos de acuerdo... En el cole hace difusión de lo buena que es la lactancia materna, y he tenido que ir a explicárselo a los profes en más de una ocasión. Lo niños vienen todos chulitos diciéndome ¿a que no es verdad? y cuando les digo que si... se quedan callados y boquiabiertos. Pero reflexionan y seguro que se lo van diciendo a sus madres. La pregunta más habitual ¿Hasta cuándo? Pues como a mí no me importa... otra vez, hasta que ella lo decida. Es igual de placentero que unas caricias, y mi hija NO TIENE NINGUNA TARA ni está enganchada a mí. Todo lo contrario, es una niña muy segura e independiente para su edad, incluso más que su hermana, pero sabe que me tiene, (siempre que se pueda) a su disposición. No hacemos daño a nadie, ya cambiará. Todo son etapas!! Animo a quien tenga dudas si lo está haciendo mal. Si el niño quiere y la madre no tiene inconveniente... ¿por qué dejarlo? Bastante tiempo estamos separados por el cole, trabajo... Sí que he dudado a veces si necesitaría consultarlo con algún psicólogo, pero no creo que tengamos ningún problema. Estáis de acuerdo conmigo?

viernes, 1 de junio de 2012

50º Relato: Lactancia a prueba

Hola, me gustaría contar mi historia de lactancia, desde un primer momento pensé y me concentré en que así fuese.. daría a mi bebito exclusiva lactancia materna. Trabajo en el área de la salud (instrumentista quirúrgica), no tenía grandes conocimientos del tema, sin embargo, comencé a leer como loca al respecto. Si bien es cierto mi hijo nació por cesárea, me habría gustado parto normal, de hecho me prepare con yoga prenatal, pero nunca él se acomodo... Sentí mucha pena al no poder concretar esta idea, más aún, me empeñe el doble en el apego temprano para incentivar el tema de la lactancia y así fue, pues a su nacimiento lo pusieron directo a mi pecho, donde claro, no salía nada, pero él con su boquita tuvo el primer contacto con la que sería su "tetita" por mucho tiempo.... Así pasaron los días y él tomaba sin reparo alguno, pero un mal día cuando Joaco tenía unos 20 días, se me produjo una irritación tremenda en ambos senos y pensé : "esto ha de ser una prueba, si la pasamos Joaco tomará su tetita por mucho tiempo" y le daba con un calcetín en la mano o un paño para apretar, ya que el dolor que sentía era tremendo. Esto duró tres días y es bastante común que suceda, pero hasta los días de hoy sigo pensando que es una prueba y que solo el amor y la convicción de la madre te harán superarla. Hoy mi bebito tiene ya 5 meses y 13 días, es un bebé muy sano y grande. Ahora estoy un poco triste ya que en dos días comienzo a trabajar, pero estoy preparando una cajita con sacaleches para llevar al trabajo y tengo varios biberones en la nevera para que papá le dé en mi ausencia. Esta es nuestra linda historia, un abrazo!!