martes, 11 de octubre de 2011

4º Relato: Lactancia y hermanos

Aquí os dejamos el cuarto relato, esta vez de una mami que no es socia de Besos y Brazos. Gracias por regalarnos tu testimonio:

Cuando me quedé embarazada mucha gente me preguntaba si le daría el pecho a mi hijo y durante cuánto tiempo. Lo cierto es que era un tema sobre el que no había pensado demasiado y generalmente respondía: “Imagino que sí, no sé”. Pero cuando nació supe que quería alimentarle con mi propio cuerpo, le sentía parte de mí y así quería que siguiera siendo. La verdad es que todo resultó muy fácil, él sabía perfectamente lo que tenía que hacer y me enseñó con enorme paciencia y dedicación.
Así fue pasando el tiempo y aproximadamente a los 6 meses fui consciente por primera vez de que la gente empezaba a ver raro que no decidiera destetar a mi hijo. Fue una amiga que al verme darle el pecho me dijo: “empieza a quedarte un poco grande, no?” Pero yo no encontraba ninguna razón por la que tuviera que negarle algo tan maravilloso y valioso para ambos, así que así seguimos. Los comentarios continuaron y entonces empecé a interesarme por la lactancia, no solo la de mi hijo sino como proceso fisiológico humano. El interés aumentó cuando me quedé de nuevo embarazada. Yo seguía sin sentir la necesidad de destetar a mi hijo y a él parecía no importarle todos los cambios que estaba experimentando mi cuerpo. De nuevo esperó pacientemente a que todo terminara y cuando por fin nació la hermanita ella le regaló unos pechos llenos de leche como antaño.
Aquello fue “demasiado” para mucha gente, darle el pecho a los dos a la vez!!!!!! Pero aprendí a oír sin escuchar y los tres seguimos nuestros instintos para continuar adelante. Sin embargo, el mío comenzó a fallarme: por primera vez sentía que no podía con aquello, cuando lactaban por separado todo seguía siendo maravilloso pero cuando tomaban juntos algo dentro de mí se revolvía, me sentía como “explotada” por mis propios hijos, sobre todo por el mayor. Era muy penoso y más de una vez acabé obligándole a que parase pese a sus quejas.
Busqué ayuda, no quería destetarle pero no podíamos seguir así. Descubrí que todo lo que me estaba pasando era normal y que no existían recetas mágicas para seguir adelante. Entonces comprendí que ya nunca volvería a ser como antes. Hasta ahora yo me había dejado llevar, habían sido ellos lo que habían estado decidiendo cuando y donde pero ya no era posible. Había que empezar a poner reglas y así fue.
Y aquí seguimos, el mayor ha aprendido que la teta es para casa y que por las noches tiene que descansar para volver a tener leche al día siguiente, que a veces hay que esperar a que la hermana se duerma, o que solo contamos hasta 10 y ya…….
A mí me hubiera gustado que todo pudiera seguir siendo como antes pero imagino que obviamente no podemos ir contra NATURA.


Seguimos esperando más relatos y más comentarios... ánimo para todos, seguro que conseguimos que alguna mamá supere las dificultades y siga sus propios instintos.
Besos y Brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario