jueves, 13 de octubre de 2011

10º Relato: Heridas sanadas

Hola a tod@s!

Animada por la Asociación Besos y Brazos en las jornadas de la semana Mundial de la Lactancia me gustaría compartir con vosotros mi experiencia al dar de mamar a mis hijas.
Soy madre de dos niñas Noa con 4 años y medio y Avril de 15 meses.
Mi primer embarazo acabo en cesárea programada: Todo marcho estupendamente durante los 8 primeros meses, Noa estuvo la mayor parte de la gestación moviéndose libremente dentro del útero, pero nunca llegó a colocarse en posición cefálica.
El 8 de marzo de 2007 programaron su nacimiento. Mi deseo nunca fue que naciera por cesárea, quería parirla y recibirla sobre mi cuerpo para ofrecerle el pecho, darle calor y abrazarla fuerte..Pero no fue así, lo único que pude hacer fue darle un fugaz beso en la mejilla mientras nuestra miradas se cruzaban intensamente, las dos deseábamos estar juntas abrazadas, pero nos separaron.
Tarde en verla tres horas y en cogerla 48 horas, la operación me impedía tenerla sobre mi, los dolores no me dejaron iniciar la lactancia hasta pasados dos días. Durante ese tiempo su padre estuvo ocupándose de ella y fue alimentada con biberones. Mi deseo de iniciar la lactancia fue tan grande que al tercer día me incorpore como pude y la puse al pecho, a Noa le costaba agarrarse y eso unido a las molestias físicas hicieron que el inicio de la lactancia fuese muy duro. Pero mi insistencia fue tal que me subió la leche y Noa empezó a ser alimentada por mi. Desde ese instante no me la quise despegar y pedí que la dejaran conmigo permanentemente en lugar de llevársela al nido. Una vez en casa recuperamos el tiempo perdido y la lactancia se consolido sin problemas, no tuve problemas de grietas, ni mastitis, solo tuvimos que encontrar las posturas mas cómodas debido a mi cicatriz. Tarde en recuperarme y disfrutar de la lactancia unos cuatro meses, tuve suerte de no tener que volver al mundo laboral transcurrido ese tiempo y fue entonces cuando empecé a disfrutar realmente de los preciosos momentos que te brinda la crianza con apego, el vinculo, la unión con tu bebe día a día , noche tras noche. Su lactancia se prolongo hasta los 20 meses , fue dejando de mamar de forma natural sin problemas.
Tras el nacimiento de su hermana Avril en junio de 2010 , volvió a retomarlo y ahora mama de vez en cuando.

Con Avril todo ha sido diferente, su parto fue natural, nada mas nacer disfrutamos el “piel con piel “y gracias a la lactancia prolongada de su hermana no tuvo ningún problema al iniciar la lactancia, en la semana 38 ya tenía laguna subida de leche.
Con este segundo embarazo he podido sanar muchas heridas de mi primera experiencia. Todo ha sido placentero y al día de hoy seguimos unidas las tres, el tiempo lo deciden ellas.
Mi experiencia como madre me ha recordado que somos mamíferos, que nuestros bebes son mamíferos y que en lo mas profundo de cada mujer hay una fuerza ancestral que nos recuerda como debemos criar, desde el instinto, desde el amor incondicional.
Doy gracias por el hecho de haber nacido mujer y ser madre.

Arantxa

1 comentario:

  1. Qué bonito Arantxa!
    No sabia que se podia dejar de mamar tanto tiempo (desde los 20 a los 36 meses) y luego volver a engancharse sin problemas...
    Me lo veo venir :)

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