jueves, 3 de mayo de 2012

42º Relato: Lactancia Deseada

Desde que me quedé embarazada, tuve claro que iba a dar el pecho. Soy enfermera, he trabajado toda mi vida en UCI neonatos y sé lo que significa la lactancia materna. Mi embarazo no fue cómo me imaginaba ya que tuve una Diabetes Gestacional tratada con insulina, pero el parto fue sensacional. Yo sí me puse la epidural pero en todo momento pude sentir las contracciones, mover las piernas y participar en mi parto. Tuve suerte ya que la anestesista me puso la dosis correcta para no tener dolor pero sí sentir...... Soy madre primeriza, mi parto duró poco y en 4 empujones, Yago estaba junto a mí. No se separó en ningún momento y pude enganchármelo al pecho nada más nacer. Quisieron llevárselo durante las primeras 24 h para controlarle el azúcar pero les ofrecí el que lo hiciesen en la habitación y evitar así que nos separasen. Las primeras noches fueron duras, se enganchaba cada hora y comencé a notar los efectos de ello (pezones irritados, ingurgitación,....). Aún así, nunca desistí y conseguí evitar una posible mastitis masajeándome el pecho y con agua caliente y fría. Posteriormente me di cuenta que parte del dolor de pecho era debido a que no se enganchaba bien. Mi gran error fue el usar de vez en cuando una pezonera ya que se acostumbró a ello y, claro, la estimulación ni el contacto es el mismo. Pero la pezonera hacía su función ya que me salía tal cantidad de leche que Yago se atragantaba y era incapaz de tragar tanta. Me costó deshacerme de la pezonera pero lo conseguí. Mi hijo tiene actualmente 6 meses y medio y continúo disfrutando dándole el pecho. Actualmente estoy trabajando y voy con el sacaleches y el termo todos los días al trabajo. Así, si necesitan darle algún biberón en la guardería, será de mi leche. He tenido la suerte de encontrar una guardería donde conocen los métodos de conservación y administración de leche materna. De momento, pretendo continuar así aunque también reconozco que es duro y que tengo la suerte de poder extraerme la leche en mi trabajo de forma tranquila, pero sé que no es fácil. Mucha gente te mira como un bicho raro por dar el pecho cuando el niño ya inicia la alimentación complementaria, cuando tienes algún problema de inicio con el pecho te suelen animar para que le des un biberón, si no coge peso suficiente, te aconsejan que hagas una lactancia mixta.....El dar el pecho a Yago ha sido un camino que he recorrido prácticamente sola, con poco apoyo, exceptuando a mi marido y mi gran amiga Paloma a quien se lo agradeceré infinitamente. Cuando voy a recogerle a la guardería y llegamos a casa, lo primero que hace es intentar levantarme la camisa para darle el pecho. Ese gesto es lo que me hace feliz todos los días, que busque la teta de su mamá, que me mire y me sonría mientras mama. Así seguiremos Yago y yo, hasta que dure.......................................................esperemos que por mucho tiempo

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