miércoles, 16 de mayo de 2012

48º Relato: Querer es Poder

Desde siempre he sabido que si tenía un hijo le iba a dar de mamar, me parecía lo más natural y pensaba, que al volver a trabajar a los 4 meses le quitaría la teta, ya que imaginaba imposible al estar tanto tiempo fuera de casa continuar con la lactancia. El 18 de abril de 2011 nació Aarón, fue el día más feliz de mi vida, cuando me lo pusieron encima y vi su carita no pude evitar las lágrimas. Enseguida nos subieron juntos a la habitación y le ofrecí el pecho. No tardó ni 1 minuto en cogerse, es increible como actúa el instinto. Nos fuimos a casa y todo marchaba bien, hasta que al 5º día tuvimos que ingresar a nuestro bebé por ictericia. En el hospital me ofrecieron la posibilidad de darle el pecho durante el día y sacarme leche para que ellos le dieran biberones por la noche. Eran de mi leche, pero insistí y logré convencerlos de que me dejaran darle yo misma de madrugada. Nos alquilamos el papá y yo una habitación en el mismo hospital y conseguí continuar con la lactancia sin que intervinieran tetinas de por medio. Prueba superada!! Después llegaron más... una mastitis muy dolorosa y al tercer mes el reflujo de Aarón que estuvo un tiempo sin dejarle comer a gusto. Y llegó inevitablemente el horrible día de volver al trabajo, pero GRACIAS a la ayuda de varias mujeres maravillosas y consultoras de lactancia, empecé a informarme y me dí cuenta de que "querer es poder". Comencé a sacarme leche en el despacho a la hora del almuerzo y continué dándole pecho a mi peque. Hasta hoy, que tiene casi 13 meses y seguimos con la teta a demanda, haciéndonos felices el uno al otro y disfrutando a tope de nuestro maravilloso vínculo, con risas, juegos y mucho, mucho amor.

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