martes, 22 de noviembre de 2011

36º Relato: Lactancia y ayuda en Venezuela

Esta es nuestra historia, la comparto y dedico a todas aquellas madres que desean ofrecerles a sus hijos las maravillas de la Lactancia materna.

ANTECEDENTES: Siempre tuve el deseo de amamantar a mi hijo, yo lo asumía como algo tan natural que aunque investigue mucho sobre el embarazo jamás creí que existía la necesidad de prepararme e informarme sobre la lactancia: es un proceso natural, lo hacen todas las madres y qué ciencia puede tener ofrecerle la teta a un bebe... esperar a que mame y ya… Con esas creencias llego el feliz día en el que parí a mi nene.

EL PROBLEMA: Desafortunadamente en la cínica las enfermeras le dieron un tetero (biberón) de fórmula, posteriormente cuando yo hice el intento de amamantar a mi bebe solo encontré continuos rechazos. Mi hijo lloraba de hambre y luego de constantes e infructuosos intentos, yo terminaba dándole fórmula y llorando también, pasaban los días, las semanas y mi desesperación crecía, me encontraba sumida en una profunda tristeza: la baja de hormonas, la depresión post parto hacían que llorara todos los días pensando y sintiéndome la peor de las madres, Totalmente inútil, ni siquiera era capaz de lo más elemental: darle el alimento por el cual mi cuerpo estuvo preparándose por largos meses. La gente me decía que era una tonta , pocos me entendían, pocos me apoyaban... Cada vez que tocaba la hora de comer, yo le ofrecía el pecho a mi hijo y él volteaba la cara, parecía que no sabía qué hacer con él, cuando sus pequeños labios sentían el pezón, él se molestaba y lloraba mucho y yo inevitablemente volvía a recurrir al biberón... Sin embargo, yo no me daba por vencida, oraba a Dios con todas mis fuerzas, yo tenía que darle a mi hijo los beneficios de la leche materna. Mi obstetra me examinó y me dijo que yo era totalmente apta para amamantar, qué yo si producía leche, que no había nada malo en mí, que mis pezones planos eran totalmente normales, que la succión del bebe era lo que los iba a moldear... me dijo que insistiera pero que continuará dándole formula a mi hijo, el despejó ciertas dudas y me tranquilizó.

LA AYUDA: Me dedique a leer, compré diferentes libros, iba a bibliotecas, finalmente investigando por Internet encontré a “la Liga Internacional de la Leche”, escribí e inmediatamente recibí respuesta y apoyo por una líder de Colombia, “En Lactancia Querer es Poder” fueron las primeras palabras de Vivian Montero. Ella me envío diferentes artículos que me llenaron de esperanza y me puso en contacto con la gente de Venezuela. Ya mi hijo tenía más de 3 semanas. Aparentemente, el nene había desarrollado una confusión tetina-pezón, esto sucede en ciertos casos cuando se dan suplementos en biberón en las primeras 3 semanas de vida porque su lengua, quijada y boca se mueven diferente cuando mama del pecho que cuando toma biberón. Por otro lado, tenía una carrera contra el tiempo ya que la producción de leche materna, depende de la frecuencia, duración y eficacia de la succión del bebe, -oferta y demanda: mientras más mame el bebe, mas leche se produce, y según lo que leí no encontré casos en los cuales después de tanto tiempo el bebe lograra agarrar el pecho, sin embargo yo insistía… El día en que mi bebe cumplía un mes asistí a mi primera reunión con el Grupo de apoyo: Marisol, Yolimar, Laurence, Carolina, me recibieron muy amablemente y me ayudaron mucho (aprovecho para demostrarles mi profunda gratitud), fue una experiencia muy enriquecedora, entendí que no estaba sola, que existían madres que habían superado los diferentes retos que la lactancia les había presentado. Me llené de esperanza, ahora sí estaba segura de que lo lograría. Marisol me recomendó ir con una pediatra experta en lactancia la Dra. Antonieta Hernández, con impresionantes referencias, profesionales y humanas, con la experiencia de amamantar a 5 hijos y con la dulzura del nombre de su organización “Leche y Miel”, ella representó en mi vida un verdadero ángel, le estaré profunda y eternamente agradecida y se las recomiendo ampliamente. Teléfonos:0212 945 46 87 0212 377 53 89
Celular: 0416 403 93 63 0416 632 17 66
página Web: www.Lecheymiel.org

EL PROCESO: Antonieta me colocó un aparatico que consiste en una especie de biberón con unas pequeñas sondas para colocarse en el pecho, con la función de amamantar mientras el bebe toma fórmula, con el fin de producir más cantidad de leche, a la vez me recomendó no darle más comida en biberón a mi bebe sino en vasito. Confieso que me sorprendió el hecho de que darle a comer a mi hijo en vasito no resultara tan difícil como imaginé, sin embargo la cuestión no dejaba de ser complicada.

EL ÉXITO: Para mi gran alegría y sorpresa mi hijo amado, que nunca había logrado prenderse al pecho, al día siguiente estaba succionando, solo de un pecho y medio llorando, pero al fin veía una luz en el camino. Con muchas dificultades continuamos con las indicaciones de la Dra. y a los 5 días volvimos a consulta, ya mi bebe lograba asirse al pecho con facilidad, lo cual sorprendió agradablemente a la Doctora por la celeridad de los resultados. Me corrigió la posición, me ayudo a tener mejor postura y me mando a continuar con el aparatico, pero esta vez, antes de todo, darle a mi bebe una onza de formula con biberón para que no comenzara a mamar desesperado por el hambre. Mi hijo ya tenía 6 semanas, continuamos con la sonda por una semana más, todo salió de maravilla, al fin lo habíamos conseguido, poco a poco fuí produciendo mayor cantidad de leche.

Alimentación Exclusiva: Progresivamente, le fuí disminuyendo la formula al bebé hasta que a las dos semanas de haber comenzado el proceso, logré alimentar a mi hijo exclusivamente con leche materna, lo cual representó un éxito y una gran felicidad, darle a mi hijo todas las bendiciones de la leche materna es algo incomparable. Mi hijo fue creciendo y desarrollándose maravillosamente.

Actualmente: Mi bebe ya tiene tres años y ocho meses, es un niño bello muy inteligente y despierto, totalmente sano nunca se ha enfermado gracias a Dios, es un niño fuerte, pesa casi 19 Kg y mide 105cm. Está en el percentil 95 de estatura, muy por encima del promedio. Nunca ha sufrido de cólicos ni de estreñimiento ni alergias, está muy bien alimentado. Orgullosamente lo amamanté hasta los dos años y 6 meses, cuando espontáneamente lo dejó. Me siento afortunada de haber podido brindarle a mi hijo el mejor alimento, para su cuerpo y su desarrollo emocional: la leche materna.

VIVIAN

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