lunes, 28 de noviembre de 2011

38º Relato: El papel del padre

Mi experiencia como padre con la Lactancia Materna empieza unos dos meses antes del nacimiento de Lucas, cuando casi por casualidad, entre otras muchas lecturas sobre el tema, cae en mi mano el libro “Un regalo para toda la vida” del Dr. Carlos González. Es entonces, cuando se me abre un mundo nuevo, me convertí en el gran teórico, intento saber más y más sobre lactancia materna, y leo libros y más libros, hasta tal punto que los primeros días de vida de Lucas era yo el que le tenía que colocar en el pecho de Sara, y era Sara la que me pedía ayuda para colocarle por las noches, para vigilar si estaba bien puesto el labio de abajo, si su boca abarcaba toda la areola, etc. Y todavía hoy, escucho que si no das un biberón, el padre no colabora con la alimentación del bebé… en fin… aunque, creo que el padre tampoco colabora en el embarazo, o ¿es que lleva un cojín debajo de la camiseta?, tampoco en el parto, o ¿es que le sale algún objeto de unos 3 kg de alguno de sus orificios? Creo que no.
Para mí, que mi hijo con 15 meses siga mamando cuándo, dónde y en la postura que quiera (a veces más contorsionista que niño) es un orgullo y un placer. Al igual que portearle muy cerquita de mí, y notar su cabecita en mi pecho cuando se está durmiendo. Y que me despierte por las mañanas (en nuestra cama, la de los tres) con caricias y arrumacos y no llorando, llamándome desde otra habitación sin saber dónde estamos.
Sólo espero que esto dure mucho (como mínimo hasta los 2 años, como recomienda la OMS y UNICEF), ya que la lactancia materna nos permite disfrutar de una manera única y especial de todos los aspectos de la vida de nuestro hijo.
Sólo hay que hacer caso a las necesidades del organismo que es el que más sabe de ellas, tanto del bebé como de la mamá, y además es tan fácil como, citando al Dr. González: “NIÑO Y TETA”
José, papá de LUCAS

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